"No existe aprendizaje que no pase por las manos de un niño"
Hay que darles la oportunidad de observar, manipular y experimentar con los cinco sentidos y esto nos lo ofrece el otoño.
Una mañana se llenó la clase de sus colores, marrón, naranja y amarillo, olía a otoño y no dudamos en probar la cara más dulce de la naranja y el lado más amargo del limón y de la lima.
Ponemos en práctica nuestras dotes culinarias, rallamos, exprimimos, machacamos, contamos las pepitas de la granada...observamos las formas geométricas, medimos cantidades y tamaños
¡hasta llegar a la receta perfecta!
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